Los hosteleros malageños dicen sí quiero a las despedidas de soltero

Un grupo de chicas caracterizadas de marineras celebrando
 su despedida de soltera por las calles de Málaga.

Málaga se ha convertido en los últimos años en una de las ciudades con más afluencia de despedidas de solteros. Según el artículo del periódico La Opinión de Málaga, "la capital ha experimentado un verdadero boom". Y los hosteleros malageños están encantados con ello. Al contrario que en otras localidades como Salamanca, Mojácar o Tarifa, donde las despedidas han sido declaradas como "non gratas", en Málaga opinan que son una fuente segura de ingresos, y que, salvando algún grupo con un comportamiento menos cívico, constituyen un grupo turístico tan bueno como cualquiera. Por supuesto, están de acuerdo con que las autoridades pongan freno a esos escasos grupos más ruidosos, o que exhiben un comportamiento más indecoroso, para mantener una buena convivencia con los vecinos.

La asociación Málaga Hostelería confirma el aumento de grupos que llegan para celebrar la despedida de soltero, procedentes de toda España, incluso del extranjero. Opina que suponen un impacto positivo sobre la economía de la zona.

De hecho, el impacto no sólo repercute sobre la capital. Dadas las bondades de la Costa del Sol, este tipo de eventos se reparten también por otras localidades como Torremolinos, Benalmádena o Marbella. Eso sin duda es una ventaja frente a otras ciudades más pequeñas, ya que permite diversificar la oferta y evita la masificación que se produce en otras localidades más pequeñas como Conil, Logroño o Tossa de Mar, donde se han implantado prohibiciones y varias medidas disuasorias para repeler este singular turismo.

Las despedidas de soltero en el centro de Málaga son las que más preocupan a los vecinos. Suelen venir por libre, e "invaden" calles como Larios, Alcazabilla o Mercado de la Merced. Las asociaciones vecinales exigen un cumplimiento férreo de la normativa cívica en estos lugares por parte de las fuerzas del orden.